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Nunca me había gustado la tía Sharon. Mis padres se empeñaban en llevarme a su casa, cada vez que íbamos a Wichita.
La tía Sharon vivía en una casa muy vieja y antigua que olía a sucio y a pescado podrido. Pero esto era lo de menos.
La habitación que me me daba para dormir estaba en el sótano y allí había muchos y extraños ruidos.
Aquel día de febrero, cuando me disponía a bajar a mi habitación, la tía Sharon me susurró al oído:
-¡Mala suerte, mala suerte, pequeño!
Y me dio un beso mezclado con risa de bruja.
Durante la noche, los ruidos me parecieron más raros que otras veces. Surgían de una caja de cartón mediana que ocupaba un lugar en aquel espacio pequeño. Me acerqué a ella y comprobé que efectivamente el ruido salía de la caja de cartón. Tal vez había un reloj dentro u otro cacharro viejo que se había puesto en marcha. La destapé un poco para ver…
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FINALES RECIBIDOS
Que había dentro de la caja de cartón, y después
había un fantasma. Ese fantasma hacía ruido todas
las noches y no lo dejaba dormir.
Una noche la niña subió a la habitación
de la tía Sharon y estaba durmiendo.
Sergio Trujillo Moreno, 6º C, CEIP Nuestra Señora
del Carmen. Lucena
Desde ese día sus padres no lo llevaron más a
esa casa a no ser que le dieran otra. Su tía le dio
otra habitación desde ese día duerme allí.
Alba María Montero, 6ºB, CEIP Nuestra Señora
del Carmen. Lucena
Y cuando mire estaban los hechizos de mi tía. Luego
bajo y me hizo tomar un elixir para borrar mi mente. Yo la
até con unas cuerdas y me fui pero tenía tanto
sueño que me quede dormido. Ella no se pudo levantar
ni gritar porque le puse un esparadrapo y luego vinieron mis
padres y llamaron ala policía. Se dieron cuenta que
esa no era su tía .Fueron a buscar a su tía y
se la encontraron en la buhardilla. Allí estaba maniatada.
La encontrar y se fueron y vivieron felices.
José Manuel Caño Tienda, 6ºC, CEIP Nuestra
Señora del Carmen. Lucena
Fue a ver que pasaba, cuanto mas se acercaba a la caja, mas
ruido hacia. Cuando fue a ver y abrió la caja salio
su tía de la caja. El niño, salio corriendo y
se metió debajo de la cama. Su tía con un hechizo
levanto la cama .El niño corrió hacia las escaleras,
subió a la casa, fue a ver si estaba en su habitación
y estaba durmiendo. Cuando miró hacia atrás estaba
allí. No se lo podía creer hecho a correr y la
bruja le lanzo un hechizo. Así se quedo para siempre.
Carlos Onieva Ramirez, 6º, CEIP Nuestra Señora
del Carmen. Lucena
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