¿IMAGINACIÓN?

         Andar descalzos por la imaginación.

Sí, definitivamente. Para seguir caminando mientras otros se detienen. Porque la imaginación y la creatividad son fuentes de energía, el desafío que pone en movimiento nuestras mentes ahora de docentes, ahora de alumnos.

  ¿Por qué no buscar un sabor, un color, para la alegría?, ¿por qué no podemos saborear travesuras, lugares o sentimientos  y convertirlos en palabras?

  Fue Aristóteles quien dijo que había que hacer algo diferente con el lenguaje, había que convertirlo en algo sorpresivo, porque todo lo que no se espera causa admiración y por lo tanto placer. ¡Es un regalo!

  Éste instante hay que aprovecharlo, es un instante muy valioso, es el momento en que el niño percibe que puede divertirse con esas grandes, pequeñas o traviesas maravillas que son las palabras.

  "IMAGINAR PARA CREAR, LEER PARA DISFRUTAR"

Tener un libro es ya de por si una fiesta. A través de su tacto podemos “percibir” cual será su contenido, porque algo que nunca vamos a perder de vista es la imaginación.

 

ARRIESGUÉMONOS

No es de extrañar que nos encontremos en el caminar educativo con unos muros tremendos, pero no nos podemos cruzar de brazos ante ellos. ¡Quién sabe!, a lo mejor algún día los derribemos con nubes de algodón o con juegos de palabras. Sin riesgo no hay aventura.

Dice Janer Manila que para deshacer rutinas debemos de sentir el placer de romper con lo que nos oprima o nos limite. Además, en esto consiste el pensamiento divergente o creativo.

Volvemos a pensar y a reafirmarnos que la lectura de cuentos va siempre más ligada a los sentimientos que a la lógica. Los cuentos ayudan a comprender y a comprenderse. Los ayudan a ser más resolutivos e independientes, ya que en los cuentos se plantean disyuntivas y decisiones que los personajes toman, el niño no pasa ajeno ante ellas. Si añadimos que los cuentos liberan de ansiedades y tensiones o frustraciones, ¿a qué estamos esperando? Abonemos el terreno, y a aquellos niños para los que leer es algo pesado y lastroso, demostrémosles que todo puede cambiar por arte de magia de las palabras. Hay que convencerlos de que no es fácil leer, pero que cuando se consigue hacerlo es tal la clase de aventura en la que se entra, que ya nunca podremos prescindir de las palabras.

¡Es hora de dejar atrás viejos temores lecto-escritores!, eso sí, entremos en la etapa de la imaginación con entusiasmo y energías renovadas.

Por algo dijo Emerson:
 "Ninguna cosa grande fue llevada a cabo sin entusiasmo, y éste se alía con la imaginación".  

 

 
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